El colombiano Orlando Duque obtuvo el tercer puesto. El ganador fue el inglés Gary Hunt.
Cuando el deportista se ubica en la plataforma no hay tiempo ni de parpadear. En solo tres segundos logran que las miradas de todos se enfoquen en un solo acto. Unos cuantos pasos por una base de acero de 1,5 metros anuncian el momento esperado: un emblemático salto a 27 metros de altura. (En imágenes: Reviva los mejores momentos de la primera parada del Red Bull ‘Cliff Diving’ en Cartagena)
Así comenzó en Cartagena, en el Centro de Convenciones y con una vista sobre la Bahía de Las Ánimas, la primera parada de la Serie Mundial de Red Bull ‘Cliff Diving’ en la que el colombiano Orlando Duque logró el tercer puesto con 477,6 puntos. El triunfo se lo llevó el inglés Gary Hunt con 526,2 puntos, quien sigue su legado como tretacampeón de la serie; la segunda posición fue para David Coultori con 493,8.
Los cinco jurados calificaron desde la salida de los clavadistas hasta la entrada al agua y debían dar puntuaciones de 0 a 10 puntos. En las tres primeras rondas, Duque obtuvo calificaciones superiores a 8 puntos. En la tercer ronda entre ocho y siete.
Además de Orlando Duque, Colombia estuvo representada por Miguel García, quien llegó al grupo de los ocho finalistas pero que no alcanzó a quedar en las primeras posiciones, y Christian Arayón. Los otros atletas fueron Artem Silchenko, Jorge Ferzuli, Blade Aldridge y Andy Jones.
Cerca de 20.000 personas, entre colombianos y turistas de todo el mundo, se dieron cita en este lugar para disfrutar de cada uno de los saltos que iban acompañados de gritos, aplausos y música de fondo. Solo había silencio cuando el atleta se preparaba para el salto.
Sin importar cuál era el estilo del clavadista, todos desde la parte baja del escenario veían a los atletas como ‘héroes’. Y cómo no, si estos hombres además de sus esculturales cuerpos parecían tener ‘superpoderes’ al caer con una facilidad en el agua como cuando uno lanza un objeto al vacío.
Enfrentar la gravedad y lograr la perfección acrobática, los principales retos de los competidores. Concentración, habilidad, técnica y pasión, algunas de sus cartas a la mano.
La competencia duró cerca de dos horas. Duque y los otros 12 clavadistas mundiales compartieron una plataforma de acción que dejó sin aliento a los espectadores con saltos mortales, giros y vueltas en todas sus clases enfrentando una velocidad de 85 kilómetros por hora.
Aunque el artista era solo uno, el atleta, otras personas conformaban el equipo para que la operación fuera perfecta.
Cuatro buzos estaban cerca del punto de aterrizaje preparados para atender cualquier emergencia.
Los buzos se encargaban de salpicar el agua para que los clavadistas tuvieran un punto de referencia en la caída, pues por la altura -27 metros de altura que equivalen a ocho o nueve pisos- es más difícil identificar el nivel del agua.
Es un deporte que también tiene sus riesgos. El aterrizaje a esa altura se puede comparar con un impacto de 13 metros sobre el concreto y puede afectar alguna parte del cuerpo.
Así fue la salida de Duque
¡Duque, Duque!, gritaban los espectadores mientras el caleño recorría en 21 pasos aproximadamente la plataforma. Una pequeña espera mientras fotógrafos capturaban alguno de sus movimientos.
Cuando él alzaba los brazos, aumentaba la efusividad, los aplausos, las olas y la admiración por parte de quienes lo veían.
Antes de saltar, Duque se agarra el pelo, el cual va en la misma dirección de sus movimientos durante el lanzamiento, nunca se le enreda. Luego, saluda a sus admiradores y listo para deslumbrar llegó la hora del salto.
Duque escogió dos mortales con cuatro giros como el último salto de la ronda final con una dificultad de 5,6 para descrestar a los espectadores y miles de colombianos que aplaudieron y animaron cada una de sus salidas.
‘No me tiemblan las piernas’
Orlando Duque es un hombre que vive la competencia en sus venas. Cuenta que 10 segundos antes de realizar el salto logra desconectarse con el mundo. “No me doy cuenta de quienes están alrededor mío y solo pienso en cómo será el salto”.
“Me tranquilizo y esperó saltar en el momento adecuado. Repito el clavado en mi cabeza varias veces, me aseguro de tener todo muy claro y me lanzó”, cuenta.
Duque asegura que no le tiemblan las piernas antes de saltar. “Se siente cierto temor y miedo, pero tampoco es terror, no es que me paralice y no pueda saltar”.
El caleño afirma que esos tres segundos que dura el salto se sienten como si fueran 15 o 20 segundos. “Alcanzo a pensar si debo hacer algún cambio, al final de la caída siento un estruendo en el oído”.
¿Qué se califica?
José Antonio Martínez, juez principal sustituto y exponente de este deporte en todo el mundo desde 1988, explicó que para dar la puntuación se toma en cuenta la salida, la altura, distancia sobre la plataforma, que no abra los pies y que el movimiento se vea estético.
Una mala salida de la plataforma, cruzar las piernas, apuntar los pies en dirección equivocada, entradas al agua cortas y no completamente verticales, le puede costar la clasificación de uno de los atletas.
Para Martínez, una de las fortalezas de Orlando Duque es el estilo que tiene en el aire. “Se ve muy bien y está catalogado como uno de los clavadistas que mejor entradas tiene en el agua. Muchos han seguido su técnica y se ve muy elegante en el aire”, explicó.
Los jugadores ahora deben enfrentar otras siete paradas que conforman la séptima temporada del Red Bull ‘Cliff Diving’. La segunda parada del evento será en La Rochelle (Francia) en la Torre de San Nicolás el 17 de mayo, Texas (EE. UU.) el 30 de mayo, Copenhague (Dinamarca) el 20 de junio, Azores (Portugal) el 18 de julio, Mostar (Bosnia y Herzegovina) el 15 de agosto, Polignano a Mare (Italia) el 13 de septiembre y por último, Bilbao (España) el 26 de septiembre.
ANGY ALVARADO
EL TIEMPO. COM
*Enviada especial