“Valió la pena vivir”, dice a punto de llorar Henry Acosta, facilitador de las negociaciones que llevaron al Gobierno Nacional y las Farc a terminar una guerra de 52 años de historia. Una frase que bien podría resumir el trabajo que por cuatro años realizó Natalia Orozco con su documental El silencio de los fusiles, película que dio inicio este miércoles a la edición 57 del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias que irá hasta el lunes 6 de marzo.
En dos horas, con un Centro de Convenciones casi lleno e invitados especiales como el presidente de la República Juan Manuel Santos y el comandante guerrillero Pastor Alape, la directora puso a aplaudir, abuchear, reír y casi llorar a los asistentes a la premier mundial de un documental que cuenta infidencias e intimidades del proceso de paz en La Habana, así como momentos de los guerilleros en las montañas de Colombia.
“Durante el tiempo de grabación nada salió como lo habíamos planeado. Gracias a quienes trabajaron y creyeron en mí, que me soportaron, porque con ellos también tuve miniprocesos de paz para llegar a acuerdos.”, dijo Natalia antes de la primera presentación al público de su documental.
Los protagonistas
El trabajo aprovecha la voz en off, que en este caso hizo su propia directora, para guiar al espectador en la historia y poner en medio del relato audiovisual la opinión que tiene de las negociaciones.
Hablaron desde el Presidente de Colombia, su hermano Enrique Santos y los altos comisionados para la paz, hasta Pablo Catatumbo, Timonchenko, Camila Cienfuegos y Jesús Santrich, entre otros.
Fue una molestia para los entrevistados, como lo debe hacer un entrevistador, “tanto que muchas veces supe que le sacaba la piedra a Humberto de la Calle, pero él como siempre, con su decencia, respondía a mis preguntas”, dijo Natalia mientras el público reía.
El largometraje que también participa en la competencia oficial de cine colombiano, le da la palabra a las víctimas, como es el caso de las familias de los fallecidos en Bojayá en 2002 o quienes viajaron como representación de las mismas a la mesa de diálogos en Cuba. “Los derechos no se mendigan, se exigen”, se les escucha gritar en la película.
Y a pesar de que el senador Álvaro Uribe tiene varias apariciones tomadas de noticieros no hubo ninguna en la que Orozco le hiciera una pregunta directa. Detalle que hizo falta.
La historia en un documental
El silencio de los fusiles no es un documento histórico frío, como bien lo dice su directora. Es un registro de la realidad en el que por dos cortas horas se retratan bien 52 años de guerra, algunas imágenes crudas, momentos álgidos de las conversaciones y hasta escenas donde el fútbol, como lo ha hecho antes, se convierte en protagonista, mostrando a la delegación guerrillera disfrutar un partido de la Selección Colombia. “El fútbol detiene los relojes de la guerra”, dice la directora en una de sus intervenciones en el filme.
No contenta con esas imágenes, se apoya igualmente en un partido de béisbol en el que coincidieron el expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, el presidente cubano Raúl Castro e Iván Márquez con sus compañeros del equipo de negociaciones para decir en otra de sus intervenciones “en este lado del océano algo está cambiando”.
En conclusión, El silencio de los fusiles relata con fluidez uno de los episodios más importantes de la historia del país y le dice a los colombianos que valió la pena haber vivido para ver el fin de esa guerra.
JUAN DAVID UMAÑA | PUBLICADO EL 02 DE MARZO DE 2017
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