Luego de dos años de incertidumbre, la Industria de Reuniones y Eventos se encuentra en una reactivación superior al 90% comparado con niveles del 2019. Según estimaciones del International Congress and Convention Association – ICCA, este sector proyecta una plena recuperación hacia finales del 2022 y comienzos del 2023.
Andrés Escandón, director regional de ICCA para América Latina y el Caribe, resalta el optimismo de cómo las asociaciones internacionales han retomado los congresos que habían pospuesto, priorizando la presencialidad, sin descartar el componente digital, adoptado durante la pandemia.
Hablamos con él sobre el rol que desempeña América Latina en el escenario global de la Industria de Reuniones y Eventos, el impacto económico de eventos en la región y la particularidad de Cartagena de Indias.
¿Cuál es el estado actual del Turismo de Reuniones? ¿Se ha recuperado o aún queda trabajo por hacer? ¿Esta reactivación se comporta igual en la región o cada país tiene sus particularidades?
R/: Cada país ha demostrado una dinámica diferente de reactivación, respondiendo a las dinámicas internas de cada mercado. La pandemia aceleró las transformaciones que nuestra industria requiere para mantenerse competitiva y para crecer.
Según su experiencia como Director regional de ICCA, ¿Qué atributos y fortalezas tiene América Latina en el turismo de reuniones en comparación con otros países del mundo?
R:/ Este es mi tema favorito. Considero que, como destino emergente por excelencia, el potencial de crecimiento como mercado es exponencial, asociaciones y empresas internacionales están constantemente buscando crecer su alcance por lo que nuestra región es un escenario atractivo.
También es exponencial el impacto que puede tener un congreso o una convención en nuestra región en términos de legado social, cultural, educativo y científico.
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La diversidad de nuestra oferta histórica y cultural hace muy atractiva a nuestra región para la generación de experiencias únicas y diferenciales. Y siendo unas de las más biodiversas del mundo, nuestro potencial para proyectos de sostenibilidad son considerables.
A propósito del impacto en el desarrollo económico, social y cultural de los eventos, ¿cómo se percibe en cada país de América Latina? ¿Es unificado o hay matices en cada país?
R/: Cada país tiene sus propias formas de medir el impacto de la Industria de Reuniones y Eventos, sin embargo la pandemia tuvo un efecto unificador de muchas de esas variables de medición en la región, potenciando el mensaje del sector y la percepción de valor sobre el mismo.
Gracias a ello, podemos afirmar que existe una unanimidad en el reconocimiento de la actividad de reuniones y congresos por parte de los países, y gran parte se debe al aporte que los evento y las reuniones tuvieron en los procesos de reactivación económica post pandemia.
La percepción del impacto de nuestra industria ya no es solo vista desde el ámbito turístico, como históricamente se había planteado, sino que se empieza a evidenciar el impacto multisectorial que la organización de un congreso o evento internacional tiene en un destino específico.
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Hemos observado que entidades de desarrollo económico han asumido el liderazgo de bureaus de convenciones o de acciones de promoción de destino. Es creciente la percepción por parte de los destinos sobre el legado real que una reunión internacional deja posterior a su realización.
¿Cómo podríamos robustecer el posicionamiento del turismo de reuniones en América Latina?
R/: A mi parecer, la única forma de potenciar este posicionamiento, especialmente teniendo en cuenta los cambios geopolíticos, el relevo generacional y la fuga de talento que se ha dado en los últimos años, es unificando nuestro mensaje como industria.
Necesitamos que las nuevas generaciones de profesionales, en todos los ámbitos de acción, se vinculen. Podemos trabajar, en conjunto con la academia y universidad, en la creación de programas especializados de nuestra industria y fomentar la inserción laboral.
Es importante también alinear las variables de medición de impacto del sector en cada país e intercambiar datos relevantes. De esta manera podremos construir una narrativa comercial unificada para que nuestro mensaje sea mucho más poderoso.
Por último, considero que la colaboración entre las diferentes asociaciones de la industria es fundamental para este objetivo, tal como lo han propuesto en diversas ocasiones nuestros miembros y líderes regionales. Nuestra industria es más fuerte cuando nos unimos en un propósito común.
Cartagena de Indias es la ciudad no capital más representativa de América Latina en la Industria de Reuniones. ¿Cómo se explica? ¿Qué características especiales tiene esta ciudad?
R:/ Cartagena de Indias es, sin duda, un modelo de referencia regional como ciudad emergente en la Industria de Reuniones. Solo basta con mirar las estadísticas de crecimiento del ranking de ICCA en los últimos 10 años para llegar a esa conclusión.
Su crecimiento ha sido verdaderamente exponencial, y no proyectamos una desaceleración en un corto o mediano plazo. Personalmente considero que el éxito de Cartagena de Indias se debe a muchos factores, dentro de los cuales resalto un tejido empresarial muy sólido, con profesionales integrales y de gran visión comercial.
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La ciudad no solo cuenta con la infraestructura necesaria para albergar congresos de talla global, también le suma esa magia que la caracteriza.
Cartagena de Indias evoca historia, cultura, arte, gastronomía y muchos otros sentimientos que vinculan emocionalmente al visitante internacional con la ciudad, y con la historia de América Latina.
Esta convergencia de elementos es lo que hace a la ciudad tan atractiva para reuniones internacionales. Como anécdota les comparto que son varios los colegas internacionales que han regresado a la ciudad después de haber participado en el Congreso Mundial de ICCA en octubre 2021
